¿Quién es, cuál es su formación y qué hace el redactor médico? ¿Dónde buscarlo? ¿Cómo escoger el adecuado para mi proyecto? La realidad es que, a pesar de que la figura profesional del redactor médico (o de textos médicos) lleva en nuestro mundo muchos años, su formación no es reglada y muchas veces se mantiene en segundo plano porque trabaja a través de intermediarios, por lo que es el gran desconocido en el mundo de la comunicación en salud.
Un medical writer o redactor médico es un profesional que se dedica a la redacción de textos científicos y técnicos, fundamentalmente en el área de la medicina, biomedicina, farmacología, prevención y manejo de la enfermedad. Es decir, en aquellas áreas de conocimiento relacionadas con el mundo de la salud.
Existe cada vez un mayor número de redactores de textos médicos trabajando por cuenta propia o ajena para empresas farmacéuticas, de dispositivos médicos o de productos y suplementos sanitarios. También para compañías que desarrollan páginas y aplicaciones web, CROs (Clinicial Research Organizations), agencias de comunicación y de publicidad healthcare, editoriales, etc. Incluso Danone y Coca Cola contratan a redactores médicos.
El aumento de la demanda en este sector profesional ha sido constante, y tiene varias causas, como el aumento de estudios clínicos y de desarrollo de nuevos fármacos y dispositivos médicos o la concienciación e interés de la sociedad actual por la salud, que busca el 2×1 en alimentos, cosméticos y otros productos que tienen un efecto beneficioso en su salud.
Otro factor con un papel muy relevante es Internet y la necesidad de llenarlo de contenidos, que ha generado una considerable demanda de materiales científico-médicos multiformato. Todo ello tiene como consecuencia un aumento de la necesidad de redacción de documentos para su aprobación por las autoridades sanitarias, textos científicos en revistas especializadas, comunicados de prensa, materiales promocionales y divulgativos, marketing de contenidos, etc.
Condiciones para ser un buen redactor de textos médicos
¿Recordáis la figura del JASP? Jóvenes Aunque Sobradamente Preparados. Pues bien, el redactor médico es un profesional muy buscado, pero que debe estar muy preparado y muy bien formado. Bueno, joven no tanto, pues es importante la experiencia para ser polivalente y capaz de abarcar todo el abanico de posibilidades que ofrece la profesión.
Así, un buen redactor de textos médicos debe combinar:
- Sus conocimientos médicos y científicos. Fundamentales. Le permiten asumir el objetivo princeps de su labor profesional: asegurar la fiabilidad de los textos médicos y de salud, basándolos siempre en la evidencia médica y científica, aportando su criterio propio y discriminando las fuentes bibliográficas más adecuadas para extraer la información.
Por ello, al escoger un redactor médico debe primar la formación médico/científica del redactor. Cierto es que la tendencia actual es el marketing de contenidos, que tiene un argot y punto de abordaje propios, pero no olvidemos que no hay marketing de contenidos sin un buen contenido.
- Su experiencia médica o investigadora. Los mejores medical writers son los que tienen experiencia profesional previa en los temas sobre los que escriben.
- Su capacidad de presentar la información en la forma adecuada. Porque no cualquiera es capaz de escribir un buen texto ni domina el argot técnico científico.
Escribir toda la gama de materiales posibles y en tan distintos formatos no es un trabajo sencillo ni rutinario; precisa formación, criterio, una buena dosis de adaptación al medio y creatividad, así como una capacidad inherente de observación, extrapolación y flexibilidad.
Es por ello que dentro de la redacción médica hay diferentes expertises y especializaciones, según el tipo de publicaciones, según al target al que se dirige, según el tipo de lenguaje utilizado, según el medio/formato de comunicación, según sea online u offline, según el tipo de comunicación: divulgación, publicaciones para revistas científicas, medical marketing, etc.
Formación de un buen redactor de textos médicos
No es asequible a todo el mundo el dedicarse profesionalmente a la redacción médica: es necesario tener formación o aptitudes para dar los mejores resultados en cada proyecto en cuanto a contenido y a forma.
En cuanto a CONTENIDO, es indispensable conocer la terminología y los conceptos médico-científicos; la formación de base más adecuada es la formación universitaria en Ciencias de la Salud. Si los proyectos requieren de una mayor especialización, existen cursos de postgrado, másters y doctorados en temas específicos, de salud o medicina, que pueden ser de ayuda.
En cuanto al segundo aspecto, la FORMA (fluidez, corrección, vocabulario…), una aptitud natural hacia la expresión escrita ayuda (con la dificultad adicional de que el vocabulario utilizado es muy técnico y específico, lo que hace más difícil la comprensión y expresión escrita). Pero, como todo, se puede entrenar o mejorar con formación sobre escritura de artículos en revistas científicas, por ejemplo.
Sin olvidar los IDIOMAS: un buen nivel de inglés es indispensable porque, aunque no debamos escribir en este idioma, sí que utilizaremos artículos que están mayoritariamente redactados en inglés para obtener la información: es el idioma de la ciencia.
Releyendo este post… no parece fácil encontrar un buen medical writer… y es que no lo es.