¿Te dedicas a la comunicación Healthcare o trabajas en el sector farmacéutico o sanitario y no lo habías considerado aún? No esperes más: busca un buen redactor médico (o medical writer), un profesional de calidad y en el que confíes, e invierte tiempo y recursos en él. Es retorno seguro: te va ayudar a diferenciarte entre los demás, y la profesionalización de tu trabajo se traducirá en una mayor fiabilidad y credibilidad de tus contenidos médicos.
En un post anterior ya hablamos sobre el trabajo que lleva a cabo el medical writer ; en esta ocasión nos centraremos en qué tipos de proyectos puede asumir un redactor médico o, más concretamente, en qué puede hacer un medical writer por ti.
Todos nos hemos sentado alguna vez ante una página en blanco, dispuestos a materializar nuestro pensamiento en un grupo de frases que expresen justo lo que tenemos en mente. Tras los primeros intentos nos ha sorprendido cuán difícil es conseguir un resultado que nos guste… básicamente porque no escribimos de la misma forma en que hablamos.
Dicen los entendidos que la principal dificultad de la redacción es la necesidad de resolver tareas múltiples y distintas: conocer la información y las ideas que queremos transmitir, seleccionarlas, encontrar el mejor orden formal y de contenido para presentarlas y emplear los signos de un código –la lengua escrita– con precisión.
Todas estas características de la escritura en general se pueden aplicar también al ámbito del contenido médico y de salud. No es trabajo fácil escribir un buen contenido médico o de salud; a continuación veremos el porqué. Lo debe realizar un redactor médico con las capacidades necesarias para ello.
Así, un buen texto escrito por un medical writer, además de ser correcto ortográfica y gramaticalmente, deberá estar redactado de forma que:
- la documentación de base sea fiable y basada en la evidencia
- el escrito sea claro y estructurado
- consiga transmitir el mensaje principal del documento de forma efectiva
- se tenga en cuenta el nivel de lenguaje y de conocimientos previos del público destinatario
- se atienda al mínimo detalle sobre el documento final
- sea claro y conciso; el lenguaje técnico no acepta bien las palabras superfluas
Por lo tanto, te recomendamos que si te dedicas a comunicar e informar en el área de salud, ¡pongas un redactor médico en tu vida! Pues debes saber que este profesional:
- Puede re-redactar tu manuscrito o transcribir tus ideas de manera clara y organizada.
- Puede transcribir a gráficas relevantes y en conclusiones concisas los datos complejos que conseguiste en un estudio de ciencia básica, ensayos clínicos, encuestas a médicos o pacientes…
- Puede adaptar tu mensaje a tu público objetivo, adecuando el lenguaje para que le permita captar el mensaje.
- Puede extraer de un texto complejo los mensajes importantes a transmitir al público objetivo.
- Puede adecuar los textos o los principales mensajes que quieras transmitir a las peculiaridades del formato o soporte que hayas escogido: folleto, post, infografía…
- Puede encontrar los recursos bibliográficos fiables que apoyen tu mensaje para conseguir que el documento final (sea en el formato que sea) esté basado en la evidencia científica.
- Puede producir contenido médico o de salud de calidad y exclusivo para tu blog o tu sitio web.
- Puede reforzar el aval científico de tus publicaciones y alcanzar el mayor índice de impacto posible.
… y mucho más.
Piénsalo…pero no tardes mucho. Infórmate bien, busca referencias… los buenos profesionales, como en otras áreas, van muy buscados.